La Vanguardia se ha convertido, por méritos propios, en uno de los medios de comunicación de mayor rigor y profesionalidad del estado español; contrariamente a otras versiones digitales como El Mundo que tienen su hemeroteca para la libre consulta, La Vanguardia aboga por un proteccionismo -hemeroteca de pago- que estimo lógico dentro de un patrón temporal diferente del rotativo de Recoletos. El periódico barcelonés nació en 1881, y desde entonces tiene los archivos procesados y recogidos en Internet. Por ello, exige un modelo de negocio diferente que el único periódico de “hemeroteca abierta” que apenas cuenta con una trayectoria histórica de 15 años.
La portada se cambia repetidamente; permanecer en www.lavanguardia.es es, como en otras ediciones digitales, sinónimo de actualización. Dichas piezas, recogidas a lo largo del día, corresponden a transcripciones literales de los teletipos de agencia y desarrollan el principio de actualización inmediata propia de los periódicos digitales. Las últimas actualizaciones también están presentes, en día y hora.
Las noticias principales, especialmente aquellas que tienen relación con elementos de debate -política nacional, reforma estatutaria, elecciones internacionales, evolución de equipos deportivos, desavenencias en organismos económicos...- desarrollan el hipertexto, el enlace con otras noticias publicadas en los días más recientes. Si se desea profundizar en mayor medida, existen unas tablas con una serie de keywords o palabras clave en las que se puede acceder a otras informaciones vinculadas a un tema en concreto. Éstas, con un mayor o menor detalle, están presentes en un buen número de informaciones, incluidas aquellas procedentes de agencia -mayoritarias, por otra parte-. Por otra parte, se puede consultar la sección A Fondo que pretende conceder a los internautas un conocimiento amplio sobre asuntos de actualidad, con los artículos que los responsables de la parte digital estiman oportuno.
En La Vanguardia Digital priman en portada las informaciones sobre nacional, internacional y aquellas relacionadas con la política y la sociedad catalana, ámbito más cercano a La Vanguardia. Para aquellos que recalquen la “catalanidad” de un periódico que puede no ser considerado digno de llamarse “nacional”, sería necesario destacar que las informaciones reportajeadas de los periódicos con sede en Madrid tienen en la capital del Estado la fuente principal de noticias, delegando en sus sedes autonómicas determinadas tareas informativamente muy relevantes.
Como ya he mencionado antes, las informaciones procedentes de agencia representan el 75% de aquellas que forman parte de la portada, especialmente de aquellas de última hora, recogidas en la sección Al Minuto. El hipermedia potencia -en pocas noticias, es cierto- la yuxtaposición de soportes, pretendiendo agrupar en la información el video y el texto, en un primer estado (tal es el caso de la información del día de hoy referente a la reforma constitucional y el presidente del Gobierno Rodríguez Zapatero). El video se convierte en elemento fundamental en aquellas informaciones que por su espectacularidad resultan más atractivas en formato video que en texto; en ellas, el texto es reducido pero existe una integración de diferentes soportes. Parece extraña la ausencia de radio, pues el Grupo Godó cuenta con emisoras de prestigio como RAC1, de difusión en todo el territorio catalán, que puede servir de plataforma para dar a conocer especialmente declaraciones de determinados personajes públicos que respondan al micrófono de esta cadena.
En lo que a fotografía e infografía se refiere, todo queda al albur de la sección Las Fotos del Día; las infografías están presentes en algunas informaciones, especialmente aquellas que tienen relación con la tecnología, que requieren de una explicación diferente más detallada.
La interactividad se establece en los comentarios a las piezas informativas -requieren de password-, en las encuestas, vinculadas a asuntos de actualidad en los más diversos temas (desde el gol de Messi, hasta la legalización de Batasuna), y en los foros, aproximadamente 70, de temas como las energías renovables, el Aeropuerto del Prat, el futuro de Cuba o las bibliotecas virtuales, entre muchísimos otros. Esta edición digital carece, desde mi punto de vista, de entrevistas virtuales con personajes públicos (es una buena manera de conocer cómo determinadas personas idolatradas o reprendidas se manifiestan ante las preguntas “poco periodísticas” de los ciudadanos) y de interacción con los periodistas a los que no se les puede anotar un matiz determinado en un contexto privado, por medio de su correo electrónico personal -como sucede con algunos columnistas en revistas y periódicos-. Como ya destaqué en posts previos, existen 41 blogs en la Vanguardia, 41 visiones personales de periodistas, políticos o especialistas de diversas disciplinas que acercan información relacionada con Barcelona, las nuevas tecnologías, la música, el deporte e incluso el corazón a los lectores de esta edición digital. De esta forma desarrolla una apreciable contribución democrática, al tiempo que “personaliza” la información, la especializa de acuerdo con los intereses y hace uso de las herramientas que proporciona Internet.
En conjunto, a La Vanguardia le resta mucho por hacer; son algunas las carencias de las que dispone, pero la apuesta por los blogs, los foros, los comentarios de las noticias y el acceso -o mejor dicho, salto- que permite contextualizar de mejor forma las noticias es un paso logrado. El aspecto visual, la incorporación de la imagen y la consecución de rasgos interactivos más avanzados podría ser una solución a corto plazo. Sin prisa pero sin pausa, La Vanguardia mantiene su prestigio y se suma a las nuevas tecnologías.
miércoles, 9 de mayo de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario